Por Sergio Rodríguez | sergio@mente.org.mx

Desprogramador y Psicoterapeuta

En su poema “Una Oración Americana”, Jim Morrison te pregunta “¿Tuviste una buena vida, cómo para hacer una película de ella?”… ¿Qué respondes?

Por un lado, toda vida es interesante, ese no es el problema. El problema es que muchos de nosotros dejamos que sea el azar quien defina lo que nos ocurre. Cierto, tomamos algunas decisiones, como qué carrera estudiar o con quien nos casamos, pero –si somos honestos– gran parte de nuestra existencia “nos” ocurre, es decir, no somos protagonistas sino actores secundarios de nuestra propia vida.

¿Por qué no muchos no tomamos control de nuestra vida? La respuesta es sencilla. Por que tomar control implica asumir100% de responsabilidad sobre lo que nos ocurre. Asumir responsabilidad no es asumir culpas, ni tampoco imaginar que somos todopoderosos. Obviamente ambas posturas son erróneas. No eres culpable, pero sí eres responsable. Siempre habrá cosas fuera de tu control, pero respons-abilidad no quiere decir que puedas controlar tu entorno, sino tener la capacidad de elegir nuestra respuesta, y esa capacidad siempre la tienes, independientemente de las circunstancias que te rodean. Asumir la responsabilidad de decidir cómo actuar frente a cualquier circunstancia, es una de las características que distinguen a una persona madura. A un adulto en el sentido más completo de la palabra.

Sin embargo, no todo el mundo quiere crecer ni es capaz de asumir tal responsabilidad. Es atractivo ser inocente, no asumir culpas sino acusar a otros (el tránsito, el gobierno, mi expareja, mi jefe…). “Yo si quiero, pero “ellos” no me dejan”. Desafortunadamente el costo de la inocencia es la impotencia. Sólo cuando asumimos responsabilidad del 100% de lo que nos ocurre, podemos hacer algo al respecto. En otras palabras, si no somos parte del problema, no podemos ser parte de la solución.

Tu vida es tuya para crear de ella una obra de arte digna de llevar al cine. Cierto, a veces en la baraja nos dan una mala mano y eso no depende de ti; pero como juegues tus cartas es tu responsabilidad y tu virtud. ¿Acaso no son precisamente aquellas historias de hombres y mujeres que triunfan contra la adversidad la que más nos inspiran?

Tu puedes decidir la vida que quieres vivir. Asumir responsabilidad implica asumir las consecuencias de nuestras acciones o inacciones. Renunciar a culpar a nadie por lo que nos sucede y tomar el timón de nuestro propio barco.

Sin embargo, a nadie le cae mal un poquito de ayuda…

En el curso “Tomando control de tu vida” te proporcionaremos herramientas precisamente para ello. Para que descubras (o recuerdes) que es lo que realmente te importa; cual es la misión específica por la que Dios consideró (y sigue considerando) buena idea que estés aquí. ¿Cuáles son tus talentos?

Tú puedes decidir si la historia que escribas en el libro de tu vida es una tragedia, una comedia, una novela o una historia de terror. Puedes decidir correr riesgos o jugar a la segura. Lo importante es que seas tú (y no tus circunstancias o los demás) quienes decidan por ti.

¿Qué harías si pudieras seguir tus sueños? ¿Qué te lo impide?

Sergio Rodríguez

Psicoterapeuta, especialista en relaciones, crecimiento e integración.

www.psique.org.mx

 

Para más información sobre “Tomando Control de tu vida” da click aquí.

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